El
Gobierno ha alcanzado, por fin, un acuerdo con los agentes sociales en el marco
del diálogo social para alargar los expedientes de regulación temporal de
empleo (ERTE) derivados de la crisis sanitaria y de la suspensión de
determinadas actividades durante al estado de alarma hasta el 30 de junio. Y
todos hacen cesiones, sobre todo los trabajadores. Porque el ERTE es una
panacea para las empresas y una losa para muchos.
El Ejecutivo mantiene la prohibición de realizar
despidos durante seis meses a las empresas que se hayan acogido a estos ERTE a
consecuencia del coronavirus. Pero, a cambio, ha incorporado bonificaciones en
las cotizaciones sociales de los empleados que se reincorporen a la actividad.
Se trata, en teoría, de recuperar lo más rápido posible la actividad de los
trabajadores de forma progresiva.
Todo
fenomenal. Como el papel lo aguanta todo, los tres millones de afectados por un
ERTE se sentirán mucho ¿mejor?
Y no se olviden de la picaresca española. En un país
donde, en cuanto se ha anunciado la desescalada por fases, muchos ya se han ido
a la playa … a pasear al niño, al perro o cualquier otra excusa.
La misma picaresca se aplicará a los ERTEs. El
afectado por un ERTE cobra menos (si cobra …) y, en la recuperación teórica de
su trabajo se verá afectado por las medidas sanitarias de distanciamiento e
higiene … Eso implica que donde trabajaban 100 ahora habrá 50 … como mucho. Se
podrían establecer turnos o recurrir al teletrabajo. Pero muchas empresas
aprovecharán la coyuntura para disminuir los salarios y eliminar puestos de
trabajo (su actividad ha bajado durante meses y los resultados de la cuenta de
explotación mandan).
Un
acuerdo histórico para Gobierno, Patronal y Sindicatos, y una Tomadura de pelo
histórica para los currantes …
Porque los políticos están haciendo su gran campaña
mediática. Y lo de la Comunidad de Madrid es un gran ejemplo.
La carta de dimisión de la directora de Sanidad
Pública, en la que Yolanda Fuentes afirma que no está de acuerdo con la
petición a Sanidad de pasar a la fase 1 porque no está basada en
"criterios de salud", deja en evidencia a Isabel Díaz Ayuso.
Basta con escuchar sus explicaciones para deducir que
le queda el puesto un poco grande. Pero da igual, ella ya ha anunciado que ya
tiene sustituto para la dimisionaria y que será Antonio Zapatero, el hasta
ahora director del hospital que la Comunidad de Madrid instaló en Ifema para
hacer frente a la pandemia, que se ha convertido en gran instrumento de
propaganda para Ayuso. Hay que sacar tajada política …
Como
dijo Galbraith: “Aunque todo lo demás falle, siempre podemos asegurarnos la
inmortalidad cometiendo algún error espectacular” …
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