“Para el que no tiene
nada, la política es una tentación comprensible, porque es una manera de vivir
con bastante facilidad” … (Miguel Delibes)
Las luchas internas son
algo que es clave en la vida de las instituciones políticas. Les está pasando
ahora en Podemos, antes ha ocurrido
en otros partidos, claro ejemplo es el PSOE,
y volverá a ocurrir, porque la historia siempre se repite. Y lo anunciamos hace
años.
De la sincera lucha por
unos ideales, con un gran esfuerzo intelectual por plasmarlos en un programa
fundacional de un partido político…se llega a la comodidad de la vida de
diputado, donde se trata de mantener ese sillón con el máximo número de votos.
Y para ello hay que convencer a muchos de lo que sea. Ya lo decía Baltasar Gracián: “Los ignorantes son los
muchos, los necios son los infinitos; y así el que los tuviere a ellos de su
parte, ése será señor de un mundo entero.”
Y todo partido político dista
mucho de ser un bloque monolítico, y las tensiones entre sus distintas
tendencias e intereses… son consustanciales a su crecimiento electoral. Algo
que ha quedado muy claro con la salida de Iñigo Errejón para aliarse con Manuela
Carmena …
“los dirigentes son como
los patos nadando en el estanque. Si te fijas en la superficie, todo parece
tranquilo y calmado. Pero si miras debajo, están pateando como si les
persiguiera el demonio” …(Badham)
Como en los viejos
partidos de corte tradicional, el nuevo socialismo que encarnaba, teóricamente,
Podemos, reproduce los mismos esquemas de lucha entre facciones, en la que los
personalismos condicionan el debate de las ideas. Pablo
iglesias resumió diciendo "o somos populistas y hacemos política como
tales, o somos amables y con un planteamiento de ser principalmente agentes
políticos institucionales. Ambas cosas a la vez son imposibles".
Mientras Iñigo Errejón apostaba por reforzar los
lazos establecidos en la ¿moderación? de un pacto social firmado por unos
ciudadanos que libremente han delegado en sus representantes su soberanía
popular. O se supone que esa era su idea …
Desgraciadamente lo que
parecía una clara apuesta keynesiana, recordando sus soluciones cuando “La
desilusión era total respecto a un orden económico que dejaba a tantos hombres
sin trabajo” …y en España ahora estamos peor… se ha quedado en la defensa de
los escaños adquiridos. Ya cuentan con
jueces, actores, militares, profesores… ¿no les suena que ya es como en los
partidos políticos de siempre?
Como
decía Groucho Marx: “Claro que lo entiendo. Incluso un niño de cuatro años
podría entenderlo. ¡Que me traigan un niño de cuatro años!”
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